martes, julio 25, 2006

Una visita “protocolar”

La Voz del Interior, 25/07/2006

La breve estadía de Diego Ceballos en la Boutique de barrio Jardín, ayer por la mañana, amenazaba con convertirse en la noticia del día en Talleres. Pero la llegada del ex delantero de Lanús, Banfield, Quilmes, Nueva Chicago y Platense (ver “El delantero...”) pasó en forma inesperada a un segundo plano.
Es que la barra brava albiazul decidió darle la bienvenida al nuevo plantel. Primero se apostó en la platea baja –una zona vedada para la prensa y los hinchas comunes– y amagó con ingresar a la cancha. Después, una vez terminada la práctica, los hinchas ingresaron directamente a la zona de vestuarios para charlar con los futbolistas.
“Vinieron a darles la bienvenida a los nuevos, y a darnos el apoyo a los que ya estábamos. Estuvieron bien, fue cordial. Una cosa bastante cordial. Lo tomamos bien. Nos pidieron permiso en forma amable y los autorizamos. No nos parecía mal”, dijo Javier Malagueño, el flamante capitán del conjunto albiazul.
Diego Pozo tampoco vio nada raro en dejar pasar a los hinchas. “Siempre hay que mantener el diálogo. Es común. En Huracán, donde estuve el año pasado, pasaron cosas peores. Hay que atenderlos siempre y saber manejarlos”, reflexionó el arquero.
A la lista de adhesiones la completó un empleado administrativo del club albiazul, Carlos Tizzani, quien dijo: “Es una cuestión protocolar. Está bien que vengan los muchachos”.
Sin embargo, al cuerpo técnico no le gustó ni medio, ya que no dio su permiso para que que los barras ingresaran a los vestidores porque entendían que sería un condicionamiento para el futuro. “Fue un tema de los jugadores”, contaron los colaboradores de Roberto Saporiti.
Pero el DT, quien ayer permaneció en Buenos Aires por motivos personales, no sólo respaldó a sus compañeros sino que fue más allá: “No estaba al tanto de lo que había pasado. Pero al vestuario no entra nadie. Quien rompe mis reglas es mi enemigo. Lo digo públicamente”.

Unidos y sin dominar

La barra se mostró más unida que nunca al presentarse ante el plantel con miembros de todas las fracciones, por caso los de “Las Violetas” y “La Fiel”, quienes hasta hace un tiempo mantenían diferencias irreconciliables.
Pero con la nueva conducción mejoraron las relaciones. Luego de intentar “apretar” al plantel para obtener recursos para los viajes (antes del partido con Huracán, en el Apertura 2005) y de colocar las banderas al revés (“la hinchada está, faltan los micros”, decía una de ellas), los barras fueron limando asperezas y escalando posiciones. Ateliers les facilitó los carnets a mitad de precio, un arreglo que, según afirman los propios gerenciadores, heredaron del fideicomiso.

1 Comments:

At 15/8/06 9:46 p. m., Anonymous Anónimo said...

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